Dime, inocente,
¿quién te llevó?
¿quién te hizo mártir, a tu pesar?
¿quién te arrancó el tallo sin piedad?
¿quién te sacrificó por una palabra?
¿Quién fue el miserable?
Dime, inocente,
Nunca nadie te escuchó,
¿por qué ahora se desviven por oírte?
Ahora que alguien te apagó la voz
¿Quién fue el miserable?
Categoría: Poesía
Nuevo mundo
¿Por quién suenan las campanas?
Por los muertos del ayer que serán los de hoy
Por los que vendrán y se irán sin vivir
Sin hablar
Sin andar
¿Por quién matan hoy los hombres?
Por los muertos de otras épocas, por el miedo a ser cazado
Por los que ya no están y no merecieron estar
No merecieron hablar
No merecieron andar
¿Por quién mueren hoy los hijos?
Por los padres malnacidos, por falacias belicosas
Por dominar a progenitores ajenos
Sin sentido
Todo perdido
¿Por qué gira hoy el mundo?
Por envidia, por muerte, por heridas, por mentiras
Por balas, por puñales, por sangre, por la ira
De los que no están
Y siguen presentes en las miradas de otros
Fortuna
Fortuna que me guías por mal camino
Suelta mi mano, pon fin a este tormento
De lluvia y granizo, de sal y heridas.
Fortuna que me arrastras al infinito
Apártate a un lado para ver mi senda
De luces y colores, de dulces sabores.
Fortuna que me matas lentamente
Arrástrate en el lodo del barrizal eterno
Que yo no te quiero, que ya el daño está hecho.
Fortuna que me dueles tanto y me torturas
Maldice mi suerte si eso te consuela
Agradable aroma respira tu maldad absoluta
Fortuna que me empujas al mortal acantilado
Deshaz tus pasos y vuelve a la fuente maldita
Donde te criaste, donde te pudriste
Fortuna, Oh Fortuna desolada
Maltratada y vengativa
Soberbia y arrogante
Poderosa y salvaje
¡Basta!
¡Aléjate!
¡Abandóname!
Vete
Se va
Vil ensayo de muerte
Un rayo se cruza en mi camino
Me asusta, me atormenta su luz
Se arrastra a mi lado y me acompaña.
Pero me repugna.
Se va ahora a lo infinito
Y lo veo alejarse en la oscuridad.
Se va, se va la blanca luz del final.
Se va, se va con la guadaña del destino.
Se va, se va.
¿Ser humano?
La luna salpica con sus lágrimas el cielo,
y atormenta a los insomnes con su lamento,
eterno grito, eterno dolor del Universo.
Cosmos florido de vida dormida
grandioso teatro de gentes perdidas,
rumbo a la nada del firmamento desolado.
Dormitan los seres de las altas esferas,
quejicosos y malsonantes gemidos vierten
rociando y salpicando el sueño de los mortales.
Surca los cielos el carro de los dioses,
braman los toros celestes y sus cuidadores,
vuelan, agitando sus alas, los furiosos vientos.
¿Quién osará desafiar las leyes de aquellos inmortales?
¿quién pondrá un pie en el terreno de lo misterioso?
¿quién socavará los pilares de la tierra y las columnas del cielo?
Arrogantes bípedos trazan círculos de pobreza,
desmontan felicidades ajenas para construir la propia,
arrojan al vacío a inocentes sin enseñarles a volar.
Carcajadas de malicia atormentan los oídos,
ruido de cañones y monedas es el lenguaje establecido,
¡ grande es la tristeza de los que tienen que sufrirlo!
Débiles seres de paja con férrea armadura adosada,
campan como dioses terrenales haciendo
y deshaciendo entuertos a sus anchas.
Colapsan bravos mares y asolan bellas tierras,
torturan a sus semejantes y hacen fluir la sangre
de nuestra Madre Tierra y todos sus habitantes.
Y en la soledad de la nada, un harapiento se pregunta:
¿Qué clase de engendro es capaz de tal locura?
Agacha la cabeza sin esperar respuesta alguna.
El sol está saliendo y al harapiento le asalta otra duda:
¿Es el hombre un hombre o es una bestia sin cura?
Una bala en la cabeza responde a su pregunta.
Vidas
Si de alegrías vive el ebrio,
de lamento y esperanzas
se alimenta el soñador.
Si de banquetes vive el goloso,
Del agua y la luna
vive el poeta.
Si de la suerte vive el afortunado,
los golpes de la rueda eterna
embisten al desgraciado.
Si el destino asiste al necio,
al sabio golpea por sabio,
y al bueno por no ser malo.
Mas el sabio como sabio
y el bueno por poco malo,
comprenderán la razón de esto
y vivirán como condenados.
Cambios
Ríes hoy,
llorarás mañana
con la salida del sol.
Nada cambia en ti,
aunque sientes que sí,
caes en la espiral del fin.
Puntas de lanzas
afiladas y amenazantes
esperan tu caída.
Tratas de volar,
persigues con la mirada
lo que ya no volverá.
Nadie te escucha,
nadie te guía,
ya no eres tú.
Ayer todo eran risas,
la verdad se callaba
cobarde e impasible.
Congelada y revelada
la verdad te embistió
y todo se agitó.
Ya no eres nadie,
lloras por ausencia
también por presencia.
Morir no sirve,
vivir tampoco,
solo queda esperar…
Rebelión natural
Congélate
Demonio que enciendes las llamas
Que agitas las almas
Que soplas en la noche
Y el murmullo de la mar conviertes en estruendo
Avívate
Lumbre de la tierra viva
Fertiliza la impoluta piedra rocosa
Haz rodar las hojas muertas
Y el otoño del mundo vuelve primavera
Álzate
Viejo roble que soportas los golpes
Germina y extiende tus raíces
Alcanza el centro de la tierra conocida
Y crece hasta poder abrazar el cielo
Levántate
Naturaleza oprimida
Rebélate
Contra el infiel que te mata lentamente
Siéntete suprema
Porque lo eres
Castiga
Al ser inhumano
Pues no te merece