Si de alegrías vive el ebrio,
de lamento y esperanzas
se alimenta el soñador.
Si de banquetes vive el goloso,
Del agua y la luna
vive el poeta.
Si de la suerte vive el afortunado,
los golpes de la rueda eterna
embisten al desgraciado.
Si el destino asiste al necio,
al sabio golpea por sabio,
y al bueno por no ser malo.
Mas el sabio como sabio
y el bueno por poco malo,
comprenderán la razón de esto
y vivirán como condenados.